Las personas con discapacidad auditiva suelen pasar mucho tiempo en casa, por las limitantes comunicacionales que el entorno y la comunidad presenta; pero ello no significa que no disfruten de las salidas al aire libre o paseos cuando cuentan con herramientas que rompan la barrera comunicacional. Un buen programa turístico sería la organización de excursiones preparadas especialmente para ellos y por ellos mismos a sus pares; actividades que consideren: viajes a lugares de interés turístico o cultural, que cuente con accesos universales (a quienes lo necesiten), asistencia personalizada, servicios de apoyo médico, y sobre todo mucha diversión.