Reducir la generación de NOx (Greenhouse gas), atacando a su principal fuente, el transporte (responsable del 47% de las emisiones según estudios de la UE). La propuesta apunta específicamente a minimizar el transporte urbano de personas, lanzando un plan que cuenta con distintas etapas, comienza incentivando el transporte “verde” y llega hasta un “Green Passport” en el cual cada individuo deberá abonar un fee mensual en función del NOx generado por sus traslados durante cada período, con tarifas unitarias incrementales según las emisiones generadas. De esta manera, cada usuario solventará al menos parcialmente el costo de sus emisiones y des-incentivamos el transporte realizado por los medios que generan más contaminación, generando incluso externalidades positivas, como la reducción de la congestión, la reducción de enfermedades pulmonares con su consecuente costo en salud pública y en el largo plazo, un incentivo a generar una mejor distribucion territorial con menos mega-urbes