Nuestra propuesta es el desarrollo de un modelo de negocio para una planta de compostaje, cuya diferenciación sea el tiempo requerido para la fermentación, enfrentando el problema que significa a la ciudad la gestión de sus residuos orgánicos.
En Valparaíso y Viña del Mar, como en todas las ciudades, la gestión de los residuos impacta fuertemente en el presupuesto municipal, en un contexto donde se recicla el menos del 10% y la generación de basura aumenta. Hemos roto un ciclo y propiciado la necesidad de más fertilizantes para la agricultura, mientras por otra parte requerimos más espacio y recursos para sepultar la materia orgánica residual del nuestro quehacer.
Según datos de comienzo del 2015, solo la R. M. cuenta con registro de receptores de residuos provenientes de alimentos para su reutilización, por lo que proponemos una alternativa sustentable a casinos, restaurantes, pymes y supermercados con compromiso en el bienestar de sus clientes a través del impacto de sus procesos.